agosto 21, 2011

Lo que se guarda en el fondo del armario.

La vida guarda muchos suvenires predilectos, la vida se desvive por momentos profanos del destino y la vida misma, por ver las luciernagas en la noche y por abrazar las estrellas en la playa bajo la luz de la luna, y miraba el en el fondo de su armario, mundos llenos de colores que lo conducían a mil sitios, el vivia sintiendo, vivia añorando y vivia con su corazón latiendo, la vida misma se desvivia por el, y sus sueños.

Miraba el pasto el niño, con una sonrisa dibujada en sus labios, como las hormigas subian hasta la punta, y el se imaginaba hormiga mirando en la selva, se imaginaba hormiga montando en una libelula como si fuese un helicóptero, se imaginaba bañado por la luz de la luna, y se imaginaba tantas otras cosas.

Tomó todos los libros de su casa y armó una trinchera, un castillo de libros de ancianos, y en el centro puso una pila de sus favoritos, jugaba en sus sueños a mirar el vacío, a sentirse flotar en párticulas en el aire, al final la vida es eso, mala o buena, vacía o llena, la vida es lanzarse al vacío y flotar en párticulas, sentir que uno vuela, sonreír a las estrellas, y a los perros, y caminar con los ojos llenos de luces...

Aaah la vida era tan libre para el, y todas las cosas que guarda en su amario son su secreto, sus tesoros, una piedra dorada en forma de huevo que cuida esperando que salga un dragón, una lupa con la que estudia la forma de las hojas... y ese sentimiento de resguardo, de saberse lleno de magia por el simple hecho de ser, y cumplir sus sueños, y sonreír, y hacer que los otros sonrían.


un lago en el sueño donde se cumplen los sueños, y navegan barcos con sus velas de luz. 

Crema de estrellas

Caidas del cielo, y no las podemos recoger, calleron al mar y algunas muchas, dejaron de brillar, e imaginé... que yo también me hundía con ella.

Se desahogó, se desahogó mientras se ahogaba, mientras no podía respirar, y se dio cuenta que había dejado de tener barreras hace mucho, que estaba desnudo luchando una guerra de espadas con los puños... y cayó, junto con las estrellas, y en la oscuridad las cosas se veían más claras, pero estaba cayendo, qué podía hacer sino dejarse morir ahí.

Y Sentía que su mundo no le pertenecía, sentía que no era más de ese mundo, por que el mundo le había desterrado de si, lo había dejado entre las atmósferas del universo, divagando en la crema de estrellas, divagando, como un satélite errante, que se pierde, que regresa, y él que quería ser un cometa y siempre regresar, todas las decadas a la misma fecha, para poder abrazar a la luna, ya no podía, el sueño se derrumbaba a pedazos, y los castillos de piedra parecían estar hechos de arena, y el sonido de las olas ya no era reconfortante, sino un sonido sordo y aterrador, ensordecedor; y entonces ahí fue el desequilibrio.

Un Caos delirante, aterrador sentido antihorario, los sueños se estaban destilando y de ellos no salía perfume, sino sólo un triste y amargo licor, que no sanaba el hecho de que se necesitaron miles de prados de rozas para crearlo... pero ya nadie estaba plantando rozas, ya nadie las estaba cuidando de la lluvia, simplemente el agua caía y rompía los pétalos, y se merchitaban a decenas por minuto... y nadie hacía nada, por el orgullo del mundo y el dolor del navegante.

Y atrás parecían quedar los cafés, las sonrisas, los besos de desayuno... y con sólo ese pensamiento él moría, moría por que nunca había llegado a sentirse tan real gracias a algo, gracias a alguien... y había tenido el mismo sueño todas las noches, en donde caía la lluvia y se besaban en un muelle... y ahora sólo quedaba todo, como fotos veladas de un tiempo mejor... y todo lo demás parecía ser nada, y el navegante se perdía en la oscuridad de su galaxia.


Hay que expresar la libertad, de hacer lo que quieras, tal y como quieras, siempre que lo hagas con pasión.