enero 23, 2011

Explosiones orgánicas.

Y en aquella corniza desesperada esperaba el cantante tortuoso la llegada de aquel naufragio, de veleros surcando el mar conducidos por el nombre del viento, pero en realidad el solo esperaba y se marchitaba, esperaba mirando las olas, sintiendo nada, absolutamente nada, el estaba allí, pero su mente divagaba por universos lejanos y paralelos... el en realidad estaba en otra parte, sintiendo, torturandose, y cantaba, ooh cómo cantaba!, cantaba canciones de penurias tan profundas que son imposibles de describir.
No necesitamos nada, no necesitamos nada cuando estamos flotando, esparcidos en partículas de magia en el aire, cual sal en maremoto, solo flotar, y dejarnos llevar lejos, lejos, sin limites, lejos a otro lugar.
Había penurias hubo un deseo, y hubo un suplicio, su suplicio, y sus besos, y navegando iba, con una sonrisa idiota, y a la vez demostrando poco, se había acostumbrado a ser frío, ni el mismo creía lo que hacía al estar ante tan fabulosa tormenta... el era frío, el es frío, frío como el infierno, acostumbraba a congelar la atmósfera, a detener el viento, a silenciar al océano, a hacer temblar el fuego ante su ácidas y afiladas palabras...
Pero está bajo un hechizo, y espera, y espera, y se pierde en la tormenta, y se pierde en mil pedazos, por que cada parte de su cuerpo tira de el, en todas direcciones, esperando que se despierte, que se separe de su cuerpo, esperando desaparecer, volando en un torbellino de caricias por el viento, en un torbellino de cristales amarillos... volando para hacer daño, para dañarse, para matar suavemente, ligeramente...
y su mente divaga, y el sigue esperando, esperando, y se siente atado, y no puede volar, por que perdió las alas hace épocas, hace siglos, por que se volvió un nómada hace milenios, por que eligió el otro camino, el frío y solitario camino, lleno de magia, el camino del guerrero, el camino de la oscuridad, lleno de soles, de estrellas, y de cristales amarillos.

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Hay que expresar la libertad, de hacer lo que quieras, tal y como quieras, siempre que lo hagas con pasión.