Puedo Ver, siento ver el reflejo de tu mirada infinita, reflejado infinitamente en mis obscuros ojos, Se queda guardado como un reguero de pólvora en el alma vagabunda... en el corazón desnudo y solo, nómada ante el vaivén del viento, del tiempo, de todo lo que perdimos, de todo lo que ganamos, ¿Cómo es que la vida resuena en el pecho como una explosión constante, tras un momento eterno?
Aveces quisiera desnudarme al mundo y ser parte de el, por que mis ojos ven al mundo desnudo, vacío, carente de luz, de fe y de vida... Tal vez exagero, no todo el mundo es así, ¿Pero qué importa si no todos son así? ni tú ni yo somos así, y eso es lo que resalta, lo que resuena y lo que se rescata... el mundo podría dejar de girar, pero yo lo pondría de nuevo a respirar solo por ver tú sonrisa y tu mirada de mil formas, de ver como tus ojos pasan de un obscuro vacío a una chispa color miel... a cristales de amor, amarillo, y sentir que todo vale la pena, solo por tenerte como excusa es suficiente...
Si te llevo es para que me lleves, y si te espero es para que tú llegues... y me abraces y me roes el aliento como solo tu sabes hacerlo, y llenarme de magia desde adentro hacia afuera, por la contemplación de tu espera, como se derrite el tiempo, como la distancia no existe por que existes... ni el tiempo, ni las palabras, solo momentos, solo el sentir de un alma cantando al viento, de una explosión de sentimientos, y mil momentos, deteniéndose secos en el vaivén de está vida llena de magia, gracias a vos, gracias a mi.
Salir a caminar descalzo por el pasto... por la playa, por los bosques, por tu cuerpo, y el oceano de tus ojos, me recuerda por qué vivir vale la pena.
Si busco tu felicidad y tu buscas la mía, si los demás aprendieran de nosotros, si imitáramos los buenos actos e intenciones, replicáramos el amor tan incondicionalmente como el odio, no habría necesidad de palabras de sueños y añoranzas en un blog. No habría que encender al mundo con sonrisas, ni los escapes con opio, no cabría la desesperación por estar separado de tu amor... el mundo es un cristal roto, y cada uno buscamos afanosamente ese rincón donde encajamos a la perfección, y a esa pieza contigua que se reconoce como nuestro complemento ideal.
ResponderEliminarAlgunos,los que la encuentran, pueden disrutar del césped en la planta de los pies, de la arena y el mar que forman ecos en las pupilas. Los demás se pasan la vida recorriendo el canvas donde el cristal explotó, probando las piezas, encajando en partes, pero no por completo, y el viaje puede nunca terminar.