un hombre viejo los mira de soslayo, mira como los jovenes prueban estampillas y laminitas para poder sentir un poco más, mira como los adultos toman pastillas para descanzar, y pastillas para seguir corriendo, sensaciones instntáneas y superfluas en la espiral de la ciudad, un dolor amargo y seco, un corte trasversal al cerebro, el cráneo en la mano y sobre los hombres un televisor.
El viejo los mira de soslayo y el viejo es un vagabundo, el viejo es mi padre, mi hermano mi sobrino y mi abuelo, el viejo los mira sin odio, sino con pena, el viejo los mira y no sonríe, con su mueca eterna de desesperanza, el viejo fuma y no le da risa, el viejo sufre por que pocos sufren con tanta intensidad, y por que pocos aman con intensidad, pro que la pasión fue remplazada por el deseo y el amor por un cariño superfluo, el viejo llora sin llorar, y está de luto por que muy pocos conocen las palabras para describir sensaciones más intensas, por que todos aman a los bárbaros que aploman los sentidos con sensaciones instntáneas, y sus palabras no demuestran cariño, y sus lazos se han desgastado hasta romperse; el viejo llora por que no se acabo el mundo, sino que el mundo suprimió todo por lo que valía la pena vivir...
No diluyas la vida.