la regla de los 3 avisos

bueno, dejando de lado muchas cosas, hay algo fundamental que la gente vive, y no se da cuenta, o no conoce...

es la regla de los tres avisos (de la que e sido testigo primario) es como el karma... (todo se transforma y se devuelve a ti) pero, es más que eso, el destino, confabula en nuestra vida, ¿es raro cierto? que veamos siempre a Esa persona, las veces que no la queremos ver... que conozcamos a ciertas personas, que cambian nuestra vida, en circunstancias impensadas... el destino no es bien entendido, la gente piensa que es algo escrito.. y hasta cierto tiempo es así.. pero toda historia puede escribirse, es solo cuestión de actuar, solo que aveces , algunas cosas no quedan bien cerradas, y hay posibilidades de iniciar, o reiniciar una historia. por eso tantas bofetadas... el corazón lo sabe!, pero aveces es solo una ilusión, aveces es mejor seguir, y en el fondo también lo sabemos... hay que ver, siempre hay que ver, sentir en nosotros lo que deseamos en realidad, sin censurarlo, dejarlo fluir... pero solo cuando es con pasión y emoción.

la regla de los tres avisos entra allí, la vida nos avisa... el mundo, el destino,.. fuerzas superiores e insospechadas, nos avisan... 3 veces, es bastante curioso, son 3 veces, que sabemos que algo estuvo mal, que podríamos reivindicarnos.. o por otro lado, sabemos que vamos en picada, y hay forma de salvarnos... y eso, se repite tres veces,..

es como un tren... que te llama tres veces, te llama a cumplir tus sueños, a volver a la senda, más que el destino, es algo que deseamos, en el fondo de nosotros, pero que censuramos, o que pensamos que no va a pasar, y por eso no pasa, por que no hacemos nada, jamas nos subimos al tren... y a la tercera llamada el tren se va, y te deja, solo, en el anden, entre desesperado, y sintiéndote imbécil, sabiendo que ya no hay vuelta, aunque aveces pienso que siempre la hay, peor en ciertas ovaciones, no nos podemos encontrar, y llega un punto, en que una parte de nosotros muere o se pierde para siempre, y se recuerda como una imagen fugaz y lejana...

un recuerdo, de algo que no fue, o de algo que se perdio, por elafan de no hacer, lo que en el fondo deseamos...

y se va el tren

y en la estación en soledad te encuentras, ya no esperas nada, y solo un amargo sabor a derrota se hilvana en tus recuerdos, y la memoria induce, a sentirnos miserables

por eso no hay que dejar escapar los sueños... no hay que dejar de creer en ellos, si no que hay que alcanzarlos, no deseperadamente, por que llegan solos, pero cuando llegan, aveces noe stamos seguros, y las dudan nos consumen.. y el tren puede irse... y quizas no te puedas encontrar.