debajo de la almohada

Cuando los vinos rancios nos juegan malas pasadas es cuando nuestra cabeza parece explotar, esto parece una metáfora absurda, pero en el fondo saben que su sabor los deja sin sentido al final... por que en el fondo ¿que somos?.. estamos en un sueño... en un estupor vació.. en emociones aveces intránsitas, aveces coloridas, pero al final todo resulta ser un retrato en sepia, el otoño azota con su viento nuestras hojas marchitas... pero luchamos por ser arboles perennes, cuando ya estamos caducos... vuelan las hojas revoloteando, una por una en remolinos de viento.. se van, se desvanecen. y esperan las ramas vacías el crudo invierno, y la crudeza de su frió nos recuerda la verdad... estamos desnudos en este océano de sin sabores, en este océano de palabra... gritándole al techo mientras estamos acostados en nuestra cama teniendo la sensación de querernos movernos, pero sin quererlo realmente, preferimos quedarnos estáticos enraizados. el sol mientras agoniza, parece brillar más... pero no brilla como al medio día.. pero es más cálido.. es como un abrazo de despedida... de decirnos: aquí termina una etapa del viaje, es tiempo de hacer las maletas, y partir más allá... y es así, como descubrimos que no somos arboles, somos humanos, indefensos ante el azote del viento helado... las hojas nos abandonaron, por que estaba escrito que así seria... por que en este viaje aveces deben haber tormentas que nos recuerden que debemos viajar.... no quedarnos estancados, esperando algo que no llegara, debemos buscar.. alcanzar los sueños.. no quedarnos mirando la almohada y preguntarnos que hay bajo ella, sino moverla, y darnos cuenta, que detrás hay un espejo... y miramos nuestro reflejo, la imagen atónita de un árbol de hojas secas.. de un rostro al que se le desprenden los recuerdos, de épocas absurdas.. de balas perdidas en el aire.. que sin embargo tuvieron un efecto sonoro, y hasta un eco, pero se perdieron en la lejanía de los recuerdos... tratamos de mantener un atardecer muerto.. de mantenerlo estático, y sentimos que caemos sin embargo, en el mismo charco. tenemos el lodo hasta el cuello, pero no nos salimos del rió de mierda... ¿y ven como ya he tocado esto y lo vuelvo a tocar? por que no es cierto que un rayo no cae dos veces en un mismo lugar.. si cayo una vez puede volver a caer... ¡pero vuelve a caer por que no soltamos el paraguas de metal! por que mantenemos inseguridades, por que sentimos que las hojas secas al menos resaltaban la idea de que hubieron hojas verdes.. pero un árbol vació.. aun tiene hojas.. las tiene si cree que las tiene... y la primavera llegará... mientras el árbol resista el invierno y sepa florecer!. En el atardecer de las épocas nos vestimos de luto, y una lagrima vuela con el viento... mientras las hojas secas se hacen polvo en el firmamento, y despojados de nuestras hojas, nos sentimos indefensos, pero el árbol sabio no se deja desfallecer, y vuelve a florecer. esa es ley de vida, ley de amor... no es vivir para contarlo, es vivir para disfrutar, y vivir disfrutando. es sentir que nosotros somos libres fluyendo en el viento, siendo tormentas y cálidas brisas que acarician los rostros que hemos visto, que veremos, y algunos que jamas veremos. es plantar raíces firmes, que deje vislumbrar lo que se esconde en las memorias, soportar el fuego que aveces brota con las balas del absurdo...

"todas las balas del absurdo duelen" y es así, como nos desvanecemos, en torturas ilusorias, cayendo bajo el peso de nuestras propias inseguridades, bajo el peso de nuestros miedos.

pero ¿miedo a que? si no moriremos, y la vergüenza es efímera, se desvanece, y en poco tiempo. no hay que temer a nada, hay que saberse que somos libres, hay que volverse viento, e inundar todo con el fuego del aplomo de nuestro espíritu, conquistar las fronteras de lo que no puede ser conquistado, pues si eres pájaro has nacido para volar... y todos son pájaros aunque algunos se sienten tortugas, mas incluso la tortuga corre a su paso, para brillar. solo los insensatos se dejan estar, por eso vuela, y vuela suave, vuela lento lejos de todo lugar, para encontrar todos los lugares, para perdernos a nosotros mismos y encontrarlo todo...

así si quieres puedes apoyarte en las letras del cielo, en las canciones de las cosas, el ritmo de la vida.. que son como señales que el cielo envía, y que te dicen: deja de estar allí estancado, y se un pájaro liberado!

Así yo camino, digo lo que siento, sin dejar de protestar... sin dejar de ser viento... volando suavee.. en libertad