un sorbo de distracción, palabras en reacción, así surgen miradas introspectivas en el tiempo. una katarsis musical del aparato de disosiasion del tiempo, un viento lejano que trae momentos que se hacen eternos... ¿hace falta quitarse el velo? no hay velo, solo libertad, quizás solo un quitasol, o un mechón de cabello que nos separa del verdadero calor del sol tal vez una sonrisa opacada por las épocas, te hacen pensar que no habrá un nuevo acorde, que no habrá jamas un mismo acorde que haga vibrar tu alma, y que forme así mismo una sonrisa radiante, como el acorde añorado.
es que al filo de la resignación, te sientes aturdido, por que no te das cuenta de la luz del sol, la misma que salia de tu boca, y el brillo de tus ojos, la misma que irradiabas sin darte cuenta y hoy solo una bocanada titilante de humo opaco, de sonrisas no tan sonrientes, y de miradas más bien vacías.
y está esa escalera la que no quieres subir, la que te lleva a la puerta
que no quieres abrir
por la misma que te subiste a ver el atardecer, que la niebla de tu alma no te dejo ver... y pensaste que la noche jamás llego y los días se hicieron semanas y las semanas meses, pero las épocas se detuvieron en el atardecer en el cual no quisiste reaccionar.
un desastre que quedo atrás, pero del cual las heridas nunca sanaron, o quedaron cicatrices que recuerdas día y noche... perdidos en las aguas intentamos ver quien somos, tratando de ver en el fondo de las ventanas de nuestra alma... la clave para encontrarnos nuevamente... y ver nuevamente la luz de un sol naciente, de un amanecer, de como la oscuridad pase a tomar los colores de un nuevo cielo, colores de esperanza, de un futuro posible esplendor.
quizás sobornando los recuerdos, estos se transformen en lo que realmente son: un pasado... bello pasado, con un lúgubre final, aunque quizás por nunca ver el atardecer jamas tuvimos conciencia de esto, o tal vez si, y no vemos la cantidad de luz que hemos perdido, en el transcurso de nuestro estar opacos... de la energía mal gastadas y tantas noches vagas... en memorias ya vacías.
quizás sea tiempo ya de cambiar realmente de foco, no se trata de pensar que el destino confabula para nuestra infelicidad
nosotros confabulamos en nuestra infelicidad, en el eterno vivir de recuerdos quietos
de memorias hoy vanas, de una copa de vino vacía y rota,
que solo agrava el dolor de nuestra sobriedad
pero quizás no necesitamos estar ebrios de amor, para brillar
"las cosas brillantes siempre salen de repente,
como la geometría de una flor"
el universo esta a tu favor, y es mágico, como el brillo eterno de tu alma
como los colores que se colan a través del quitasol
que anuncian esperanza, tiempos de bonanza
tiempos de disfrutar el vibrar de nuestra alma
de sonreirle a la luna, por el amanecer que viene,
y por el sol que pone sus pétalos dorados a nuestra disposición.
Quizás sea tiempo (:
ResponderEliminarI like this .... las cosas siempre esan ahi, nuestro caminos a elegir, pero siempre esta ese algo que nos nubla el sendero por el cual debemos seguir ... esa "niebla", que nos obliga a quedarnos ahi, sin avanzar... en un sueño eterno sin saber cuando terminara.. y cuando por fin despertamos y la niebla se va, nos cuesta vislumbrar los raoys del sol :)
ResponderEliminarNada no es felicidad si no se comparte con otra persona, y nada es verdadera tristeza si no se sufre completamente solo.
ResponderEliminarJ.Z.
todo es nada si no es compartido, pues la felicidad no existe sin ser compartida , eso es alegría o ficción. asi como la tristeza, puedes sufrir, pero si la flor del dolor no muestra sus pétalos, no existe.. o no es flor.
ResponderEliminarpero casi siempre, la tristeza es compartida sin darnos cuenta.
cuando el cielo se viste de luto, por el amor moribundo, es cuando deja caer sus lagrimas sobre nuestras cabezas.
La lectura del mundo, de la realidad, precede a la lectura de la palabra.
ResponderEliminarJ.Z.