mayo 23, 2010

Al otro lado de sus ojos.

Una hoja se consumía lento en las brasas de sus ojos, mirando al firmamento podía oler el aroma de mil cafés todos de distintos sabores, en distintos tiempos, en diferentes historias. Pensaba por aquellos días que esa era la suma de sus días, de los momentos que se deshilaban en el viento... cada recuerdo con mejor sabor, pero sin saber si alguno de ellos era verdaderamente un recuerdo, o el recuerdo de un recuerdo: todo difuso, como humo en el viento.
Entonces ya, se encontraba en otra disyuntiva fatal, entre puertas que permanecían cerradas, y el vacío eterno. En aquel vacío podía ver caras conocidas, difusas, de muertos vivos, que luchaban permanecer, y pertenecer, a algo que nunca fueron, por nunca ser.
Pero entonces se dio cuenta, que el llavero no estaba perdido, él era el llavero, y tenia escondido en si, las llaves de todas las puertas, y aun si la puerta no tenía cerradura, siempre habría una ventana por donde entrar.
Se dibujo en ese momento unas alas, y siendo él, el escritor de su propia historia y el dueño de su propio destino, protagonizo el viaje más insospechado jamas visto, donde se encontró a si mismo
y encontró un camino, para repudiarse a si mismo, abandonar su prisión, su carcasa anterior, y ser lo que nadie sabe muy bien si es.... su propia esencia, y así enfrentar todos los dragones, con el aplomo de mil ejércitos.
vuela sin cadenas~

2 comentarios:

  1. Debo admitir que me disgusta a veces la forma mediante la que te refieres al resto =/

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  2. ¿? no me refería a nadie en especial, me refería a muchos y a nadie.

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cualquier parecido con la realidad, o con persona viva o muerta, No es una Coincidencia, las coincidencias, no existen.



Hay que expresar la libertad, de hacer lo que quieras, tal y como quieras, siempre que lo hagas con pasión.