mayo 09, 2010

El reality show de Morfeo (parte 2)

La elección era mía, píldora azul, y todo volvía al coma, a la realidad, a seguir como todos los demás, y quizás en un futuro no muy lejano, tener una casa, hijos, un auto y un labrador; pero esto iba más allá, no prometía grandezas, prometía la verdad, y la verdad, si no duele ni llega al fondo del alma, al espinazo, como un aullido visceral, entonces no es real, está disfrazada, y yo no quería más disfraces ni antifaces, me hallaba ante la disyuntiva fatal, de elegir entre dos caminos, que en este caso irónicamente eran píldoras, ya que lo que me trajo aquí en un principio, tal vez fueron unas gotas de alcohol en el torrente sanguíneo de mis padres, o una locura maníaca de un alma que no aceptaba la agobiante neutralidad del nirvana.
Así, sin importarme mucho el hecho, tome la píldora roja, sin ningún espasmo en el rostro, sin pensar mucho en la realidad, ni en como llegue a este punto, al punto en donde la realidad se derrite y se forma una resina rosada en el suelo.
Me fui entonces por un tubo, toda la realidad se fue en el, como si jalara dios de la cadena del baño, y nosotros fuésemos la mierda que acababa de defecar, y así la realidad se iba diluyendo lento, se la tragaba el abismo, y yo entre desesperado y estático, trataba de que no me tragase a mi el abismo, pero eso fue hasta no darme cuenta que bajo mis pies, en el abismo, había una espiral, que formaba un hilo, y la realidad se hilvanaba en un carrete, como un escrito que se plasma en el papel, así todo quedo allí, hasta yo mismo, quede casi en el, de no ser por haber metido dentro del bolsillo de los pantalones que me dio Morfeo...
Así salí ileso de tal gran hazaña, y como si no fuese la gran cosa, después de salir el pantalón y yo del bolsillo del pantalón mismo, guarde el carrete en mi bolsillo, pensando estúpidamente que probablemente en un ápice absurdo me gustaría abrigar mis manos en lo que un día fue la realidad, ahora en el bolsillo, de lo pantalones raros.
Sin embargo así como rápidamente todo quedo en blanco, desde arriba (o lo que pensaba que era arriba) pude ver como algo "descendía" entonces me hallé junto a George el conejo, me miraba con los mismos ojos que cuando iba a encontrarme con las píldoras, como una mirada fulminante e interrogante, como sabiendo que hacia aquí, sin saber el por que.
sin dirigirme la palabra señalo a la luna, y entonces se encendió, como un televisor, todo en blanco y negro, pero con un efecto extraño, lo que mostraba tenia olor, era un olor a sangre,a muerte, a sudor de miedo, era yo, muerto y tirado en el vacío y atrás la imagen de mí mismo, con el arma asesina en la mano. el hilo, que ahora llevaba en el bolsillo, probablemente fue esa imagen la que me salte cuando caí al vacío, mientras la espiral se tragaba todo.
fue así como la realidad me trago (o asesino) y me sumergí en esta extraña nada, y ahora que me encuentro junto al mago, me dice irónicamente, lo muy inteligente que soy, en confiar en un conejo con mirada fulminante... y nuevamente me encuentro con otra decisión, todo esto esta lleno de decisiones, que llevan a otros laberintos, y nunca a una salida, el hilo del bolsillo a cambio de el libro del imaginativo.
Tal vez no tenga nada que perder.

2 comentarios:

  1. Y todo siempre se resume a un sueño, pero los sueños son nuestra realidad ... sólo que un poco o bastante distinta. Pero, ¿por qué no vivir de un sueño hecho realidad?. ... No permitamos que la realidad mate los sueños, porque si no ... siempre en cada sueño, nos veríamos a nosotros con un arma en la mano asesinando a nuestro yo soñador. Es siempre la misma batalla ... realidad o ficción, pero ¿por qué no poder hacer de ellos una misma lucha?.
    Y uno nunca ... va a perder nada, experimentando lo desconocido.

    ResponderEliminar
  2. Hahaha, gracias; pero mis comentarios siempre son como tan poquita cosa, nunca sé muy bien qué decir cuando te leo, me queda como una idea, un concepto nomuydefinido en mi mente que apenas te puedo decir con palabras, entonces es más fácil una cara, alguna cosa poca para intentar; en cambio tus comentarios son como verdaderos relatos, una extensión de quién sabe que historia.. .

    (:

    ResponderEliminar

cualquier parecido con la realidad, o con persona viva o muerta, No es una Coincidencia, las coincidencias, no existen.



Hay que expresar la libertad, de hacer lo que quieras, tal y como quieras, siempre que lo hagas con pasión.